6- Un solo movimiento

Existió un instante, un impulso,

un segundo que en tus ojos

que parecía eterno, constante,

sumiso ante lo salvaje de este mundo.

Existió un suspiro,

lleno de sentidos sin sentido,

era esa, una sola oportunidad.

Fue la tarde más brillante,

los aromas florecían intensos,

las palabras se escuchaban pausadas,

y en su sonrisa, toda la magia.

La vida pasaba lento,

pero a pasos agigantados,

el reloj quiso ser eterno,

y la luna me tomó en sus brazos.

Bastó un solo movimiento,

para llenar de colores mi alma,

sin saberlo, sin pensarlo,

fui todo lo que quise ser,

sin pasado, sin futuro,

sin rumbo alguno,

esperando despertar en tu piel.

Un solo movimiento,

y mi corazón cayó en tus manos,

como si la fuerza de gravedad

fuera lo único capaz de existir.

Por mi mente mil pensares,

y por mis venas la tinta que hoy

escribe tu nombre entre líneas,

sobre las hojas que elegiste

nunca volver a leer.

Saturnus.