Ecos

Jajajajaja jajaj ja ja…

me escucho a lo lejos,

como ecos,

riendo de no sé bien qué,

pensando no sé bien en qué

me duele algo,

y no sé bien qué…

Pará, ya sé,

me doles vos, y sé muy bien qué,

los ecos me lo dicen,

“te amo”, “te odio”, “anda”, “ya fue”,

y algo de a poquito se rompe

justo entre las costillas,

justo entre esos “te amo” y “te odio”,

justo entre las ganas de llorar

y ese “todo va a estar bien”,

justo entre vos y yo.

Que voy a dejar de llorarte??

hoy ni siquiera lo veo posible,

porque veo más posible

ir a tu casa, golpearte la puerta,

abrazarte con fuerza y desarmarme, ahí nomás,

que poder dejar de llorarte.

Me pregunto dónde lo guardaste,

dónde metiste ese último “te amo”

que no me quisiste dar a mí,

lo busqué por todas partes,

y no tuve éxito

(aún)…

Quizás sí me lo dejaste,

escondido, por miedo, tal vez,

entre los ecos que hoy me desarman…

Saturnus.