Amanece de nuevo

La penumbra se hizo eterna,

la mente al borde del abismo,

me pedía a gritos que salte

"no mereces lo que te ha hecho"

"sólo salta" "no habrá más dolor".

Terminaba una noche

y comenzaba otra,

y otra,

y otra...

El sol ya no quería verme,

las flores ya no me sonreían,

y el amor, sólo me soltó y se escapó.

Mi cuerpo comenzó a cansarse

de eso que él llamaba amor,

a cada una de sus palabras

respondía con lágrimas,

"debes temerme"

"tu vida es mía"

"tu cuerpo me pertenece".

Empezaba a creer

cada cosa que escuchaba,

me apagaba,

me derrumbaba.

Hoy, aquí sentada,

no sé explicar el momento

en el que justo pude despertar,

me recuerdo corriendo,

saltando, gritando,

dejando todo ese peso atrás.

Luché y luché,

hasta ver de nuevo el amanecer.

Y ese brillante sol

me envolvió en su plenitud,

en cada cicatriz salió una flor,

y el llanto paró con sentir el sabor del café.

si, me gusta mucho el café...

Brenda Figueroa