Me Salva
- Brenda Figueroa
- 7 jul 2021
- 1 Min. de lectura

Me salva cuando me abraza,
cuando me pregunta cómo estoy
aunque lo haya sabido incluso antes que yo.
Me salva cuando me mira
y sonríe con los ojitos miel más bellos
que alguien pudo ver alguna vez,
y cuando me toma de la mano también,
dibujando revoluciones en mi piel
y en mi ser.
Me salva, cuando pinta,
con un rodete despeinado,
las manos manchadas,
y la mirada fundida en concentración
mientras suenan las canciones que más le gustan;
también me salva cuando me dice “amor”
porque, vaya que cobra sentido y valor esa palabra
cuando sale de sus finos rosados labios.
Me salva cuando pregunta
si quiero tomar té, café o mate cosido
en esas meriendas improvisadas
en las que sólo le importa
que mis niveles de glucosa no afecten mi equilibrio;
me salva cuando dibuja pensando en mi
como cuando yo escribo pensando en ella.
Me salva aún omnipresente,
porque su energía, tan única,
continúa abrigándome mucho después de cada abrazo.
Me salvó en nuestro primer beso,
y cuando casi corriendo fue a buscarme
para calmar mi llanto, aunque estaba lejos.
Me salva cuando me ama,
eligiendo cada día
esta libertad tan nuestra…
Saturnus.
Yorumlar