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Sueños Sabor café






Me descubro


Siendo frágil, un tanto ausente,

viviendo entre rimas,

claustrofóbica en este presente,

presente que dispara sin miras,

contra un pecho que cree fuerte.

Me descubro soñando, cantando,

hablándole a la nada

de que sus ojos son mi todo,

y de la existencia de una fuerza

que no conocía mi cuerpo

hasta que supo de su nombre.

Me descubro perdida

en senderos sinuosos

donde la incertidumbre nos arropa

cada día, cada noche, en cada copa,

mientras el cuerpo nublado de espera

se mece en manos del tiempo

tirano de aquellos sueños

que de las manos se fueron.

Me descubro hoy mientras ayer me evitaba,

y entendí que siempre estuve

donde nunca me vi pero siempre me esperaba,

en estos simples versos de hoy, ayer y mañana.




Recuerdo

Una palabra que seguramente

a todos nos lleva a algún lugar,

algún momento, alguna risa,

alguna palabra...

Porque si, estamos hechos de recuerdos,

recuerdos que nos sacan sonrisas,

o quizá algunos que no,

pero que también nos enseñaron

a ser quienes somos hoy.

En este instante,

las palabras anteriores también

construyeron un recuerdo,

y así, como si fuera

un gran rompecabezas,

pequeñas piezas van encajando,

para formar una gran imagen

en cada una de nuestras mentes.

Seguramente desearías

que los recuerdos pudieran ser

mucho más que eso,

que pudieran transformarse en momentos

a los cuales volver cuando quisieras

y repetirlos una y otra vez...

Quizá la culpa la tenga el tiempo

que avanza sin cesar

dejando fuera toda consideración,

Por eso es que no debemos

dejar ir nuestros recuerdos,

ya que es la única firmeza

que nos queda para luchar

ante el mundo defendiendo

aquello que fuimos, somos y seremos.



El sonido de la soledad

Murmurando despacio, va…

callando pensamientos incesantes,

presente en cada despertar,

vagando siempre constante.


Habita en el alma,

habita en el cuerpo,

habita en la mente

y a hasta en los recuerdos.


Nacido en callejones ciegos,

se mudó a estas cuatro paredes,

ocupa cada rincón del suelo

atropellando un cuerpo que se pierde.


La respiración se hace vapor

y los sueños llamas vivas,

las mejillas se visten de lluvia

y el corazón de fuerza infinita.


El exceso de razón lo escucha,

la locura fluye en sus brazos,

el pecho en continua lucha

deja su verdad en pedazos.


El sonido de la soledad,

hoy más cerca que nunca,

se percibe sin estar,

como un juego entre penumbras.



Renacer


A veces las nubes

se tornan tan densas

que la tormenta y los días grises

se sienten de no terminar,

el tiempo pasa en cámara lenta

y aquel camino de niebla

no encuentra su final.

La mente solo espera el momento

para poder escapar,

mientras el cuerpo apenas responde

con su pesado caminar.

Y será en ese momento

donde sabrás que hay que parar,

poner en pausa ese andar,

por un momento, aprovechar

y saltar en los charcos

formados por la lluvia,

sentir en el rostro la fresca brisa

de los días grises,

porque siempre hay algo que rescatar.

Animarte a darle play

a esa canción favorita,

que te hace olvidarlo todo,

y cantarla a gritos

para que todos la sientan como vos.

Y de pronto vas a ver

que entre tantas nubes asoma

un pequeño rayo de sol,

al mismo tiempo que un bello arcoíris

se plasma en el paisaje

junto a una sorpresiva sonrisa

que se dibuja en tus labios,

porque aunque te parezca iluso,

solo una decisión puede

acabar con la tormenta,

y en esos momentos, sin darte cuenta

lograrás renacer.



Parece tarde de invierno


Y de pronto en la radio suena

una melodía perfecta,

vestida en hermosa poesía

dibujada al son del viento,

ella siente como el día

se convierte en su fiel reflejo.

Ese tinte gris del ambiente

que se cuela por la ventana

parece ser parte exacta

de sus abrumados pensamientos,

y la fría brisa que acompaña

se fusiona perfecto a los suspiros

erizando la pálida piel de su cuerpo.

Hoy su reflejo parece tarde de invierno,

se encuentra a si misma perdida

repitiendo casi en silencio,

“que no llueva, hoy no,

pues no quiero derramar las penas

que hace tiempo cargo en mi pecho”.

De pronto asoma un rayo de sol,

iluminando sus ojos cafés,

y entonces de pronto recordó,

que esta tarde de invierno,

llegó en pleno verano,

y que más allá de las nubes,

sigue el sol brillando,

al igual que la luz viva

de sus ganas por seguir luchando.



Deja Vu


Mentes fundidas en el mundo,

siendo ideas, vagando en recuerdos,

y a veces sólo corriendo

en automático como los segundos

de un reloj colgado en la pared

sin más causa que adornar un espacio vacío.

Vidas al compás de un beat

que nadie eligió, o que quizás todos elegimos,

rimando los versos dictados

por el viento melancólico del ayer.

Suspiros que ya partieron,

noches con gustito a miel,

pausas que no se detienen,

tic tac, me grita “volvé”.

En el presente unos segundos,

en la mente los días pasan,

quizás meses, quizás años,

un grito ahogado

y luego una súbita paz,

una sonrisa, y un “te quiero”.

Si un día me ves partir sólo espera,

porque en tu mente, sin aviso alguno,

verás a mis pies volver sobre sus huellas.



Mientras el mundo se acaba


Creer en el amor,

creer en la magia,

creer que una mirada calma

y que un beso sana…

Tiempos repletos de fin

y un sinfín de nuevos comienzos,

susurros al oído,

miradas cautivas,

vidas encantadas entre versos,

nostalgia alimentada

con miles recuerdos.

Los días corren,

la luz del sol se apaga,

la luna se alza triunfante

entre tantas tímidas miradas,

y en el medio

todo pasa sin pasar,

sin pesar,

sin pensar.

Y en el medio

un nombre,

una vida,

un momento.

Aprender, crecer, seguir,

encontrarse sin miedo

a mirar esos ojos tan ajenos,

tan nuestros,

tan lejos.

Mientras el mundo se acaba,

nunca dejar de vivir.



Había una vez una Voz

Había una vez

una voz

que creció entre silencios,

amó entre melodías

y lloró sin salir de la garganta.

Había una vez

una voz

que cargada de entusiasmo

llenaba el aire de las calles

como pasos de gigantes.

Había una vez

una voz

que ante el dolor salía corriendo,

ante el miedo sólo se escondía

y de pensamientos hacía poesía.

Había una vez

una voz

que combinaba palabras

que se fundían en la nada

entre paredes blancas.

Había una vez

una voz

que por injusticias

gritaba,

con tanta fuerza

que podría jurar

venía plenamente

desde el alma.

Había una vez

una voz

que a ellos les molestaba

escuchar,

y entonces voló lejos

con el viento

que la llevó a oídos

donde jamás dejará de recitar

poemas sin final.



Mi frase favorita

Esa, que llega sin avisar,

en días buenos

o días malos,

que se abraza a mi ser,

a mi esencia,

a mi espera.

Esa, que sólo suena bien

si la sueltan sus labios,

tan delicados

como el aroma del florecer

en plena primavera.

Mi mente se ama a sí misma,

mi cuerpo fluye a su ritmo,

y bailamos al compás

de los segundos en que suena

en el aire llegando al mar.

En que suena esa frase

que tantas veces

sobre este suelo

alguien alguna vez dijo,

aunque nunca cobró el sentido

que mi alma le dio de vestido

al recibirla de su presencia,

tan pura, tan bella,

sobre todo tan suya.

Mi frase favorita

se reduce a tres palabras,

quien las haya inventado

quizás nunca

sepa el valor que cobraron

en una vida tan mundana,

tan común,

con tanta sed de poesía

y tantos sueños de cartón.

Mi existencia está negada

a escucharla de otra boca,

porque esas palabras

viven en mí

pero su voz les dio

las ganas de vivir…

Por favor

que nunca se detengan

sus dulces susurros de amor…



Fluye

El agua por el río,

la luz del sol sobre las flores,

sus besos con los míos,

el agua por el cuerpo que conoces.


Las agujas de ese adorno en la pared

que giran hasta marear la calma,

el sentimiento que empieza a aparecer

en esa mente tirada en la cama.


Fluye el universo

que habita en su mirada,

vuelan chispas de colores

mientras baila desarmada.


Con cortes, líneas y espacios

dijo “te quiero” y murió en el ocaso,

caminó sin pedir indicaciones

y se fue con mi alma en sus manos.


Y aunque sin comprenderlo,

nunca dejé de caminar…



¿Real?


Para unos

lo que se ve,

lo que se palpa,

lo que se huele,

lo que la boca nos llena de sabor,

lo que en los oídos se incrusta

y consigo nos lleva.

Real dicen que es también

la distancia en la que caemos

arrastrados por la monotonía,

insípida,

tan común,

tan vacía.

Real aquello que se estampa contra nosotros,

y con su impacto nos lleva al suelo,

y el cuerpo duele,

y la mente llora.

Pero… ¿cómo se explica?



¿Real? II


Pero… ¿cómo se explica?

¿qué nombre lleva?

¿acaso no es real?

Porque yo te veo,

te huelo,

te toco,

te escucho

y conozco tu sabor,

pero en esos instantes

en los que aún siento que te amo,

en el que quiero abrazarte,

en los que te extraño,

en los que recuerdo

tu voz,

tu perfume,

tu piel,

tu sonrisa,

tus labios,

¿no es real?

¿Dejé de amarte

porque no estás?

Fascinada de romper las reglas

aunque no estés,

aunque según ellos

esto no sea real,

te amo igual.



Sueños sabor Café


Sueños, amargos, dulces, suaves,

sueños de los que sólo quiero escapar,

sueños cobardes, vacíos, sin llaves,

sueños en los que ya no estás.


Sueños en los que quise quedarme,

sueños de luceros y mar,

sueños en los que aprendí a amarme,

sueños donde me oíste cantar.


Sueños sabor café,

perfectos en cada partecita de mí,

historias hechas rimas

más allá de lo que fui.


Saturnus.

 
 
 

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